El autoconocimiento es incómodo y sin él estás perdido.

Decía en mi primera entrada del blog que el Autoliderazgo comienza en uno mismo. Empieza por conocerte a ti mismo.

Es difícil hablar de autoconocimiento, hablar de uno mismo. Es un tema que puede resultar difuso e incómodo y a la vez es esencial. Estamos tan acostumbrados a vivir una vida marcada por pautas, una vida que nos han vendido como la adecuada, que nos pasamos casi otra media intentando encajar en esa imagen de anuncio, haciendo oídos sordos a nuestra naturaleza.

Desde pequeños (alrededor de los 6 años, algunos antes) entendemos la importancia de adaptarnos al sistema para sobrevivir. Para eso vamos creando una máscara, un personaje que habla y actúa en nuestro nombre y por nuestro bien. Ese proceso adaptativo que vemos como “natural”, en su origen tiene sentido. Sin duda no somos sin los demás. Compartimos planeta. Sin embargo, cuando el personaje cobra más fuerza que la persona comienza a pesarnos, confundimos ser con parecer y nos vamos desconectando de esa fuerza vital que es nuestra esencia. ¿Y cual es esa esencia? podríamos decir que es nuestra autenticidad, nuestra verdad, lo que nos hace únicos…aquello por lo que estamos aquí.

 

Desde pequeños (alrededor de los 6 años, algunos antes) entendemos la importancia de adaptarnos al sistema para sobrevivir. Para eso vamos creando una máscara, un personaje que habla y actúa en nuestro nombre y por nuestro bien. Ese proceso adaptativo que vemos como “natural”, en su origen tiene sentido. Sin duda no somos sin los demás. Compartimos planeta. Sin embargo, cuando el personaje cobra más fuerza que la persona comienza a pesarnos, confundimos ser con parecer y nos vamos desconectando de esa fuerza vital que es nuestra esencia. ¿Y cual es esa esencia? podríamos decir que es nuestra autenticidad, nuestra verdad, lo que nos hace únicos…aquello por lo que estamos aquí.

 

Sabemos que la satisfacción que se busca en lo material dura poco y lejos de producir el efecto deseado, nos dirige a querer más. Se transforma en una huida compulsiva hacia ninguna parte. También somos conscientes de que las relaciones (tú contigo y tú con los demás) son muy importantes en nuestra vida para sentir equilibrio aunque, a veces, las confundimos con un contacto puntual en las redes sociales o un “sí” a todo por complacer al otro. No obstante, lo que deseamos de verdad y que proviene de adentro es saber dar respuesta a quienes somos y para qué estamos aquí. A pesar de que nuestra cultura y nuestro entorno nos ayudan poco para conectar con nuestro interior, la necesidad es tan fuerte que nos avisa de que algo no va bien de diferentes maneras: física, emocional o mentalmente. Es esta la primera pista que nos puede llevar a la liberación y al reencuentro con lo que nos llena de energía. El autoconocimiento es el comienzo de la transformación.

 

¿Dónde buscamos las respuestas?

En la actualidad existe una multitud de libros de desarrollo personal que hablan de la maravillosa persona que deberíamos ser. Están cargados de buenas intenciones y estupendos consejos sobre comprensión y compasión. Sin duda nos pueden ayudar a pensar, sin embargo, ¿por qué no los ponemos en práctica en nuestra vida cotidiana? A veces nos pueden hacer sentir incluso más frustrados al experimentar que no somos capaces de llevar a cabo sus propuestas. No quiero decir que estos libros sean nocivos. No. Creo que algunos son excelentes manuales, ¡agradezco su existencia! Te hacen reflexionar y te incitan al cambio de manera general. Ese es el tema: no personalizan o profundizan en tu vida, en tu situación, en tu ser. Son remedios , pensamientos o hábitos que le van muy bien a quien escribe y a unos cuantos más, no a todo el mundo. Y yo creo que todos somos únicos. Compartimos nuestras emociones y pensamientos como grupo aunque las expresamos de manera propia. Esa expresión es individual. Por eso un mismo consejo o sugerencia “buena” para una persona puede ser fatal para otra. Así que no te desesperes. El quid de la cuestión es indagar en ti. Experimentar qué es lo que te ayuda a ti en particular.

 

Además de profundizar en cada persona, es necesario tu compromiso. Sin tu voluntad y determinación para buscar dentro de ti, no ocurrirá nada. No habrá mejora, ni cambio. Olvídate de milagros. Es tu vida (repite de nuevo el pronombre posesivo de esta frase sustituyéndolo por “mi”). Tampoco se me ocurriría escribir sobre recetas mágicas tipo teletienda. Lo que sí he comprobado en mi y en muchas personas en estos años es que, cuando te atreves a asomarte y a mirar dentro de ti día a día, las piezas comienzan a encajar, te liberas del peso innecesario y encuentras paz. Sobre todo encuentras sentido. Una sensación de confianza. De liberación. Por todo esto y por muchos motivos más, te animo a que comiences esta aventura de autoconocimiento. Deja a un lado las resistencias mentales. Abre tu corazón y tu mente. Con la reflexión, la autobservación y la práctica te transformarás en una persona más plena y más satisfecha con la vida.

 

 

 

[siteorigin_widget class=»SiteOrigin_Widget_Cta_Widget»][/siteorigin_widget]